Al apreciar estas geniales fotografías de Jesús González y Abel Fernández García, dudamos un poco si estamos soñando despiertos por su gran belleza y es que Málaga dormitando al aire libre, lleva en su sonriente rostro un sueño de primavera y por el buen clima de Málaga se suele decir que en Málaga hay tres primaveras y un verano.
Viviendo en Málaga es imposible no detenerse a contemplar el arrebol, que es cuando las nubes adquieren un color rojo al ser iluminadas por los rayos del Sol. Y lo mismo sucede con la aurora, que es la luz tenue y en tonos rosados, que aparece justo antes de la salida del Sol.
Sigamos soñando despiertos con el sonido melifluo de la orilla del mar en su estado efímero de efervescencia. Momentos de epifanía de elocuencia de pensamientos y desenlace de los caprichosos acontecimientos climatológicos.
La limerencia por Málaga es el estado mental involuntario, propio de la atracción de una persona hacia otra. El Sol incandescente y etéreo de Málaga te atrapa de manera inefable, para nuestra ensoñación despiertos.