Podemos cambiar el orden del tiempo en nuestros relojes y también mirar el mundo del revés, pero quizás no podemos parecer inmunes al contemplar un charco de lluvia con personalidad de Málaga.
La Iglesia Catedral de la Encarnación de Málaga se comienza a construir en 1528 sobre el solar de la antigua mezquita aljama en el momento de su reconquista por los Reyes Católicos en 1487. Los primeros planos góticos derivaron en un proyecto renacentista en cuyas trazas participaron Diego de Siloé y Andrés de Vandelvira. La Catedral es una síntesis de estilos arquitectónicos en el que prevalece el renacimiento sobre el primer gótico de la antigua fábrica y los elementos barrocos añadidos desde principios del siglo XVIII. En 1782 con una de las torres de la fachada principal aún sin acabar, se pone fin a un largo proceso constructivo. Hoy es una de las joyas renacentistas más valiosas de Andalucía.
Fotografía de Javier Román.