Aunque los orígenes de Málaga se remontan al siglo VIII antes de Cristo, Málaga no encontró su primera representación plástica hasta la incorporación de la ciudad a la corona de Castilla en 1487. Es justamente el propio hecho de la conquista lo que queda fijado en esa imagen primera, que ni siquiera es pictórica sino escultórica, en un bajorrelieve en madera realizado por Rodrigo Alemán para la sillería del coro de la catedral de Toledo. En esa representación, al igual que en otras del mismo conjunto que reproducen las rendiciones de Ronda, Cártama, Álora, Marbella y Vélez Málaga, es la capital de la provincia la única que es recogida en dos escenas diferentes, ya que en otro de los relieves no se muestra el hecho crucial de la capitulación, sino el atentado fallido contra los Reyes Católicos, representados en el interior de su tienda ubicada en el solar de lo que llegará a ser el santuario de Nuestra Señora de la Victoria, mientras a su derecha se levantan las murallas y torres de la casi inexpugnable Alcazaba (ambos episodios de 1487 serán reformulados en el siglo XIX por pinturas historicistas de Rafael Tejeo Díez y Eduardo Cano de la Peña).
En la imagen os muestro la conquista de Vélez Málaga y la toma de Cártama, porque no he podido encontrar el resto de bajorrelieves de la sillería de la catedral de Toledo, donde se reproducen las rendiciones de Ronda, Álora, Marbella y las dos que hay de Málaga.
Nota: gracias a Joki Joaquín por pasarnos la imagen de la toma de Cártama.