Cuando no se posee el don de poder pintar un cuadro, aunque gustaría, y tampoco de poder realizar una escultura que es algo maravilloso, por lo menos se puede inmortalizar un bello paisaje como el que tenemos aquí de Antequera con la Peña de los enamorados al fondo, donde la diferencia de colorido y de luz se asemeja mucho a un cuadro impresionista. La imagen parece como en 3D, como si la montaña en primer plano cobrase vida con todas esas tonalidades diferentes de verde que ayudan a engalanar a la Peña de los enamorados, a la vez que parece salirse de la imagen.