Últimamente se está poniendo de moda utilizar la inteligencia artificial para escribir la palabra Málaga y Gustavo Valverde nos ha pasado esta imagen que ha hecho, en la que a primera vista se observan a ocho mujeres desnudas y de espaldas mirando hacía las letras de la Malagueta, pero si nos alejamos de la imagen, o cerramos un poco los ojos, en seguida, ya se puede apreciar la palabra Málaga con letras perfectas. Hay quien se pregunta: ¿cómo es esto posible?, ¿es magia?, y la respuesta es muy sencilla, se trata de Glif que es la nueva inteligencia artificial que oculta palabras en imágenes, aunque es posible que ahora esté un poco en pañales y en los años venideros mejore muchísimo, porque los más observadores ya han encontrado una mujer en la imagen a la que parece que le han cortado los brazos, o que no tiene brazos y precisamente en la letra “G”, el brazo de una mujer se fusiona con el hombro de otra, como si estuviesen hechos de plastilina.
El funcionamiento es sencillo: se le dice a la herramienta qué es lo que queremos escribir, en qué tamaño de letra y cuál es el contexto. Por ejemplo, podemos elegir una playa y en lugar de poner a personas –como en el caso de la popular foto viral del otro día– construir la imagen con sombrillas, toallas o incluso helados. Las posibilidades son infinitas.
Según el diccionario de la Real Academia Española, el arte es la manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
Hay quien dice que este tipo de imágenes no son arte, porque piensan que están hechas por máquinas, pero lo que no se paran a pensar es que es el hombre el que utiliza la herramientas que nos proporciona la inteligencia artificial para ocultar letras en simples fotografías y por tanto, se puede considerar arte el resultado.
Según el argumento de la primera película de Terminator, en el año 2029 las máquinas dominaban en el mundo. No sabemos lo que sucederá en el 2029, porque todavía falta, pero por ahora, parece que le seguimos ganando la partida a las máquinas. Hay películas más “optimistas” como la película Matrix, donde las máquinas dominan al mundo en el año 3199 y todavía tenemos tiempo de tomarnos un café contemplando una puesta de sol.