La Casa del Ceregumil en Algarrobo
En 1907 el farmacéutico Bernabé Fernández Sánchez empezó a comercializar el Ceregumil, un complemento alimenticio en forma de jarabe que ha sido muy popular durante el último siglo.
Tal fue la aceptación popular, que Bernabé Fernández registra el invento y la marca (resultado de mezclar sílabas de cereales, leguminosas y miel) en 1912, y busca una ciudad próxima al mar o puerto de mar donde fabricar y distribuir Ceregumil a todo el mundo. Málaga es la ciudad elegida, donde abre fábrica en 1921 en el Paseo de la Farola.
En pocos años se convirtió en un producto muy rentable económicamente que le permitió construir una casa de recreo en Algarrobo con aires modernistas. Probablemente, esta casa sirvió de encuentro a poetas como Emilio Prados, Luís Cernuda, Juan Ramón Jiménez o Manuel Altolaguirre, todos ellos grandes amigos de Bernabé Fernández Canivell, hijo del inventor, bibliófilo y editor de revistas de poesía como «Caracola». Al comienzo de la Guerra Civil, se convirtió en una fábrica subterránea. Esta encantadora casa se encuentra junto a la necrópolis de Trayamar. Su hermano Ramón fue clave en el descubrimiento y conservación de esta necrópolis.
En la década de los 60, los Fernández Canivell donaron los terrenos y la casa a la Diócesis de Málaga, siendo hoy día Casa de espiritualidad Trayamar.
Los años 60 y 70 trajeron la difusión del producto utilizando la radio y Ceregumil se adapta a los nuevos tiempos con instalaciones nuevas en el Polígono Industrial El Viso de Málaga 1972 y desde 2009 abre una fábrica en el Parque Tecnológico de Málaga.