Recuerdo que en el año 2007 busqué en internet fotografías de los típicos camperos que estamos acostumbrados a encontrar en cualquier hamburguesería de Málaga y me llevé una gran sorpresa al darme cuenta que no había ninguna imagen. Fui a una hamburguesería compré un campero, lo coloqué sobre una bonita tabla de madera y aguantándome las ganas de pegarle un mordisco le realicé una fotografía que es la imagen que os muestro. Creé una entrada en mi web llamada El campero malagueño, sin tener muy claro si fuera de la provincia de Málaga se podría comprar un campero. Posteriormente me llamó la atención que mi fotografía aparecía en infinidad de páginas webs y todo el mundo daba por hecho que el campero era malagueño y hasta se creó un grupo en facebook sobre el campero malagueño y al principio salía mi fotografía.
Con el paso de los años, para saciar mi curiosidad me he seguido informando sobre los camperos, la base de los camperos son los molletes de Antequera y esta es la principal causa de que en Málaga sea donde más abunden, aunque también los hay en otras ciudades como en Granada, e incluso algún empresario se ha aventurado a venderlos en Barcelona o Madrid, porque la principal dificultad es conseguir los molletes de Antequera o la base de pan del campero.
Los hay de muchas clases, por ejemplo:
- Campero normal: jamón, queso, lechuga, tomate y mahonesa.
- Campero de atún: jamón, queso, atún, lechuga, tomate, mahonesa.
- Campero de pollo: jamón, queso, pollo, lechuga, tomate, mahonesa.
- Campero de anchoas: jamón, queso, anchoas, lechuga, tomate, mahonesa.
- Campero de bacón: jamón, queso, bacón, lechuga, tomate, mahonesa.
- Campero gigante: jamón, queso, atún, pollo, huevo cocido, lechuga, tomate, mahonesa.
- Campero de carne: jamón, queso, filete de cerdo, lechuga, tomate, mahonesa.
- Campero de tortilla: tortilla española.
- Campero de tortilla completo: tortilla española, lechuga, tomate, mahonesa.
En el número 55 de la calle Victoria dabría sus puertas el 12 de octubre de 1977 Los Paninis que poco después se mudaría al local del número 57 de la misma calle donde permaneció hasta sus últimos días. En este mítico local, aseguran sus propietarios, arrancó la exitosa e imparable carrera del campero malagueño, sin duda una seña de identidad de la gastronomía malagueña. Lo inventó Miguel Berrocal Márquez, según explica su yerno José Antonio Gutiérrez que recogió el testigo del negocio en 1985 hasta que bajó la persiana del cierre hace ya años.