Un fotógrafo americano de vacaciones estaba en la Giralda tomando fotos cuando vio un teléfono dorado sobre la pared con un cartel que decía «10,000 € por llamada».
El americano, intrigado, le preguntó a un sacerdote que pasaba por allí para que se usaba aquel teléfono. El sacerdote le contestó que era una línea directa con el cielo y que por 10,000 € se podía hablar con Dios.
El americano le agradeció la información y siguió su camino.
La siguiente parada fue en la Sagrada Familia en Barcelona. Allí vio el mismo teléfono dorado con el mismo cartel.
Se preguntó si era la misma clase de teléfono que había visto en Sevilla. Se acercó a una monja y le hizo la misma pregunta. Nuevamente ella le dijo que era una línea directa con el Paraíso y que por 10,000 € podía hablar con Dios.
«O.K., gracias,» dijo el americano
Entonces viajó a Burgos, León y Santiago. En cada catedral vio el mismo teléfono con el cartel «10,000 € por llamada» debajo.
El americano decidió entonces ir a Málaga para ver si también tenían el teléfono y entró en la Catedral y había un teléfono dorado, pero esta vez el cartel decía «50 céntimos por llamada».
El americano estaba sorprendido y le preguntó a un sacerdote: «Por favor padre, escúcheme, he viajado por toda España y he visto el mismo teléfono dorado en muchas catedrales. Me dijeron que era una línea directa con Dios, pero en toda España el precio era de 10,000 € por llamada. ¿Por qué es solo 50 céntimos aquí?»
El padre sonrió y respondió: «Estás en el Paraíso, esto es Málaga muchacho…Y la llamada es local»