Nunca sabemos con exactitud cuando volveremos a visualizar un arcoíris, no es algo que dependa de nosotros y en Málaga no estamos habituados a contemplarlos con cierta frecuencia, por eso cuando aparecen en el horizonte se nos llena la cara de felicidad, o nos alegra un poco el día dándole unas notas más de color. La fotografía es de José María Ruiz Aguilar desde la Malagueta, donde se produce una combinación perfecta entre la mar, las palmeras y el arcoíris.