Las Torrijas malagueñas se bañan en vino moscatel antes de freírlas. La pastelería Aparicio de Málaga inventó las Torrijas rellenas en 1941, realizadas con bollería fina, rellenas de crema y bañadas con vino moscatel.
Pan, leche, huevos, azúcar y poco más nos sirven para elaborar esta receta de torrijas, un dulce tradicional de Cuaresma y Semana Santa que afortunadamente se ha conservado intacto hasta nuestros días. Magistral forma de aprovechar los restos de pan duro de la despensa, que mojados en leche y, a veces, en vino, rebozados y fritos producen un postre sorprendente. Normalmente se rebozan en miel, o azúcar y canela molida al servirlas.
Ingredientes: (10 personas) 1 barra de pan de 3 días, 1 litro de leche, 1 palo de canela partido en dos, la corteza de 1 limón, 6 cucharadas de azúcar, 1 vaso de vino de Málaga, 8 huevos, 1 litro de aceite de girasol para freír, azúcar, canela molida.
Preparación:
1. En un cazo poner la leche, la canela, el limón y el azúcar y poner al fuego, dejar cocer 5 minutos. Retirar del fuego y agregar el vino.
2. Bañar con esta mezcla las rodajas de pan, dispuestas extendidas sobre una bandeja. Retirar las migas desprendidas y dejar empapar unas horas.
3. Batir los huevos con las varillas para esponjarlos bien; pasar las torrijas por el huevo y freír en abundante aceite caliente.
4. Disponer en una fuente sobre papel de cocina, para escurrir el exceso de aceite. Colocar en la fuente de servir y espolvorear con una mezcla de azúcar con canela en polvo, cuando las torrijas están todavía muy calientes.