La Feria llega para paliar la grave crisis de 1887. La filoxera y la huida de las grandes industrias de Málaga hizo que la ciudad viviera en los años finales del XIX una gravísima económica. La necesidad por conseguir alternativas, el deseo de reactivar la economía y sobre todo, el intento de llamar la atención de ciudadanos de otras ciudades fue lo que llevó a las autoridades a organizar la Feria de agosto en este año, conmemorando el cuarto centenario de la incorporación de la ciudad a la corona de Castilla.
Tomás Heredia Livermore, hijo de Manuel Agustín Heredia, fue empresario, senador, cónsul de los Estados Pontificios y presidente de la Cámara de Comercio. Estuvo al frente de la Junta que puso en marcha la I Feria de Málaga en 1887.
La Feria de Mairena de Alcor en Sevilla (Feria ganadera), es la más antigua de Andalucía en 1441, una semana antes que la de Sevilla.
Para anunciar los festejos de 1887 se encarga un cartel a Martínez de la Vega, por la necesidad de difundir la idea y el contenido de la celebración por calles y plazas, no sólo de Málaga, sino de todas las ciudades españolas.
Lo realmente novedoso para los malagueños de aquella época fue el ensayo de iluminación por electricidad incandescente que efectuó la Sociedad Española de Electricidad de Barcelona en la zona del muelle y en la plaza de toros de La Malagueta con diez grandes focos traídos para el evento y la energía producida por varias dinamos movidas por dos máquinas de vapor procedentes de la Ferretería de la Constancia.
Se realizaron competiciones deportivas marítimas como regatas, conciertos musicales, certámenes y exposiciones sobre bellas artes. Hubo espectáculos callejeros y multitudinarios como dianas, desfiles militares con bandas musicales, veladas, bailes populares, fuegos artificiales y corridas de toros.
Por primera vez se representó una cabalgata histórica con la escenificación de la solemne entrada de los Reyes Católicos y sus ejércitos en la ciudad. Los preparativos fueron laboriosos y estuvieron a cargo de una subcomisión integrada por José María Sancha, el pintor Martínez de la Vega y el actor y director teatral José Ruiz Borrego. Se compraron trajes de época, el ingeniero José María Sancha construyó una enorme catapulta que llegó a funcionar y en el cortejo figuró un estandarte con la imagen de la Virgen de los Reyes.