En Torrox, cuando las cuadrillas de trabajadores de las viñas o del olivar oían sonar la caracola, sabían que llegaba la hora de reponer fuerzas. Al abrigo del cortijo, todo el grupo confraternizaba alrededor de la perola donde el dueño preparaba las migas, un plato muy económico e ideal para hacer frente al resto del día. Las migas es un plato tradicional de la zona cuyos componentes básicos, aceite, ajos, agua, harina de sémola y sal, lo convertían en la comida ideal para estos trabajadores del campo y que en la actualidad ha pasado a ser el plato más popular y típico de este pueblo. Dentro de su simpleza, resulta un plato verdaderamente exquisito que se acompaña de la no menos famosa ensalada arriera (bacalao, aceitunas, cebolletas, naranjas fuertes y aceite).
Este municipio del sur de la comarca de la Axarquía, al pie de las sierras de Tejeda y Almijara, cuenta con un amplio calendario de festejos, pero es en diciembre cuando celebran una de los días más populares de la localidad, la Fiesta de las Migas. El domingo anterior al día de Navidad, Torrox se ve literalmente invadido por miles de forasteros que acuden al pueblo para celebrar esta fiesta, sin duda, la fiesta por excelencia de la villa, y que no sólo fue en su día plato básico en la dieta de los vecinos de municipio, sino que hoy en día se ha convertido en uno de los elementos que más ha promocionado turísticamente al municipio torroxeño.
El Ayuntamiento, como organizador de la fiesta, reparte entre los asistentes el plato estrella de la jornada, acompañado de ensalada arriera, además de vino del terreno que es seleccionado previamente en un concurso local que se celebra a principios de diciembre. La Fiesta de las Migas, perpetúa esa tradición y es feliz excusa para que el municipio del mejor clima de Europa reciba todos los años a cerca de cuarenta mil visitantes, convirtiéndose en la fiesta gastronómica más participativa de la comarca. Desde muy temprano, una gran batería de migueros se esmeran en preparar y repartir -tras el sonido de la caracola- las migas y la ensaladilla en diversos rincones del municipio, abundantemente regadas por el vino de barríles previamente seleccionados en un concurso entre los artesanales productores locales. la fiesta se completa con actuaciones musicales y baile para todas las edades, al mismo tiempo que numerosos puestos callejeros ofrecen vino, miel, pasas, higos, buñuelos o la tradicional arropía. Es un día en el que además de la oferta gastronómica, se puede ver como se trabaja el esparto, la forja o la madera, elementos típicos de la artesanía de Torrox.