El escultor veleño José Casamayor, ha dado vida al tronco de un eucalipto seco a la entrada del barrio de Churriana en la calle Torremolinos. Se le ha llamado el árbol de la vida y la verdad es que ha quedado muy bien, ahora es una seña más de identidad de Churriana.
Hay una figura de un búho sobre una torre de libros, una composición ligada al saber. Unos metros más abajo del búho lector, por el tronco asciende una ardilla de madera, mientras en una rama que mira hacia Torremolinos un camaleón escruta el horizonte. Además hay unas manos, un pájaro carpintero, un caracol, así como con unas gruesas cuerdas abrazadas al tronco del árbol, además de la silueta de una mujer. Esta obra de arte de altura da la bienvenida a Churriana y ahora al contemplarla podemos jugar a encontrar las figuras.