En la torre amarilla,
dobla una campana.
Sobre el viento amarillo,
se abren las campanadas.
En la torre amarilla,
cesa la campana.
El viento con el polvo,
hace proas de plata.
Preciosa esta imagen de la plaza de la Merced desde el campanario de la iglesia de Santiago y le pega este poema de Federico García Lorca.