La provincia de Málaga tiene uno de los yacimientos arqueológicos más singulares de España que es el de Bobastro, situado en el paraje conocido como las Mesas de Villaverde en Ardales.
Este yacimiento arqueológico contiene los restos de distintas construcciones (ruinas del alcázar, una necrópolis musulmana y sobre todo la iglesia mozárabe, prácticamente excavada en la roca) que fueron levantadas en el siglo IX y que durante un tiempo sirvieron de refugio al rebelde muladí Omar Ben Hafsun, que desde este lugar preparaba las revueltas contra el califato cordobés.
El interés de la iglesia mozárabe de Bobastro radica en que, hasta el momento, es la única muestra arquitectónica que puede definirse como puramente mozárabe, puesto que se trata de un templo levantado por la comunidad cristiana durante el dominio musulmán y en territorio califal. En este sentido, tal vez pueda equiparársele la iglesia de Melque, en Toledo, si bien el origen de este templo no está del todo aclarado por los investigadores, de ahí que la iglesia de Bobastro, por ahora, sea única en su género.
De la iglesia, tallada en roca arenisca, quedan restos de su primigenia estructura. Diseñada sobre planta basilical, se conservan parte de sus tres naves, separadas por arcos de herradura, y de su cabecera con tres ábsides, siendo rectangulares los dos laterales y de herradura el central. El templo está perfectamente orientado hacia oriente, tiene una longitud de unos 17 metros por algo más de 10 metros de ancho. Estas dimensiones puede parecer exiguas, pero tratándose de una construcción que fue realizada horadando la roca tiene un valor inestimable.
Es opinión generalizada entre arqueólogos que han trabajado en la zona que en este yacimiento quedan aún muchos restos, probablemente de gran interés, por descubrir, ya que lo encontrado hasta ahora demuestra claramente que del conjunto arqueológico de Bobastro sólo se ha excavado una pequeña parte.
Del caudillo muladí Omar Ben Hafsun (algunos historiadores optan por la forma Umar en vez de Omar), cuyo nacimiento se sitúa en la serranía rondeña, cabe señalar que se instaló en Bobastro en el año 880 con un grupo de fieles seguidores. Desde esta zona, que convirtió en su cuartel general, preparó la sublevación para derrocar el califato cordobés. Su actividad llegó a preocupar seriamente al califato, pero después de diversas victorias, fue derrotado en la batalla de Poley en mayo de 891. Su conversión al cristianismo desalentó a no pocos de sus seguidores, de tal modo que el señor de importantes localidades como Archidona, Baeza, Úbeda, Priego o Écija se vio abandonado, y las ayudas que recibía por parte de los muladíes desaparecieron, lo que le llevó a pedir apoyo a Alfonso III. Aun así, las continuas derrotas lo llevaron a refugiarse en la casi inexpugnable fortaleza de Bobastro, desde donde continuó combatiendo. Murió en Bobastro en el año 917, y aunque sus hijos enarbolaron la causa del padre, la sublevación finalizó con la toma de Bobastro por Abd al-Rahman III en 928.