• cropped-Logo-Borde-Malaga-en-el-corazon.png

La mejor web sobre Málaga

Arte en Lagunillas

Lagunillas10Lagunillas11Lagunillas12Lagunillas13Lagunillas14Lagunillas15Lagunillas2Lagunillas3Lagunillas4Lagunillas5Lagunillas6Lagunillas7Lagunillas8Lagunillas9Lagunillas10Lagunillas11Lagunillas12Lagunillas-malaga

No muy lejos de la casa donde nació Picasso, un barrio ha pasado de la ignominia a la creatividad. Se encuentra en un lugar céntrico, justo a las espaldas de algunos de los iconos culturales de la ciudad. De ahí que muchos vecinos clamen al cielo por lo poco que se ha hecho por este vecindario pese a encontrarse a escasos metros del teatro Cervantes, de la casa donde nació Picasso o de la monumental plaza de la Merced. Se trata del barrio de la Victoria concretamente la calle Lagunillas y alrededores.

El punto de partida es el paulatino empobrecimiento del barrio a causa de su indefinición. A finales del siglo XX fue el protagonista de un nuevo plan urbanístico que consistía en tirar las casitas bajas y levantar una zona moderna y turística. No obstante, el proyecto resultó fallido y la única consecuencia fue la proliferación de solares y casas abandonadas que el gobierno local había comprado y que no podía mantener. Ante esta situación reaccionaron los vecinos y apareció el primer gran protagonista de esta historia.

Miguel Ángel Chamorro, un artista del barrio, estaba aterrorizado porque las niñas no es que no quisieran ser princesas, es que, directamente, aspiraban a ser Belén Esteban. No era tanto una falta de oportunidades laborales, sino culturales que no les permitiese soñar con algo más que una vida farandulera inalcanzable por otra vía que no fuera la del tronista. Su reacción se convirtió en la asociación Fantasía en Lagunillas que organizaba talleres para que los más jóvenes encontraran en el arte una vía de escape. Fruto de su éxito nació la Plaza Esperanza, un parking callejero reconvertido en cancha de baloncesto y espacio de reunión y la calle Pinillos, un callejón pintado con los inocentes y simpáticos lápices de las mentes más jóvenes.

La otra gran artífice de esta revolución cultural fue una pizarra situada en la calle Vital Aza. En ella, Concha Rodríguez escribía diariamente una frase simpática con la que motivar a sus vecinos. A Dita Segura, una artista formada en la escuela de San Telmo, le gustó tanto que se sumó al carro y le animó a que esas palabras se convirtieran en street art y esperanza ejerciendo de comisaria e incitadora de esta exposición al aire libre atrayendo a grafiteros locales. Así fue como Concha creó la asociación El futuro está muy Grease tras reciclar un cartel del famoso musical que se había representado noches atrás en el Cervantes. Este espacio se convirtió en un pulmón de libertad para dar rienda suelta a las viejas reivindicaciones del barrio y así nació el icono que lo resumiría todo. El Cristo de los Solares y la Virgen del Descampao, obra del artista zaragozano Doger, se elevó como el mural definitivo en el que clamar contra el abandono de los barrios sin cofradía. A veces, sus impulsores, posan con capirotes para multiplicar la sorna y la protesta.

El propio Doger, José Luis BogArt, Dadi Dreucol, Onze o Lalone han sido los responsables de convertir la protesta en colores y los colores en paisajes urbanos de los que el barrio está orgulloso. Algunos vecinos, preguntados sobre qué les parece tanto arte, responden que nunca habían estado más arraigados y contentos de sus calles. Un efecto catártico que tiene una explicación más allá de la alegría cromática: los murales hablan de ellos mismos.

La ruta empieza por la calle Huerto del Conde, donde alguna versión del Guernika acompaña a las señoras hasta el mercado. Aquí aparece el primer ejemplo del gran rasgo de estas pintadas: el costumbrismo y los héroes locales en forma de homenaje al malogrado Pepito Vargas, un bailaor que había acompañado a figuras como Lola Flores, Concha Piquer o Camarón. En la coqueta arteria que le da nombre al barrio, Lagunillas, hipnotiza el desgarrado canto en forma de Eduardo ‘El Chamorra’, un cantaor que llegó a vivir sus años de gloria haciendo bolos por la Costa del Sol pero que la drogodependencia le condujo a la mendicidad con arte. O, lo que es lo mismo, a cantar su sempiterno Cantinero de Cuba por las terrazas de los turistas, lo que le hizo ganarse un hueco de amor-odio (por su insistencia) en los hosteleros de la ciudad. Para él este homenaje callejero en el Parnaso del día a día.

Un poquito más adelante, en unas terrazas de cemento que sueñan con ser un parque, aparece el retrato poderoso de La Cañeta, una cantaora que empezó de niña haciendo bolos en la mítica taberna ‘El Pimpi’ y que acabó conquistando los mejores tablaos de Madrid. Por el camino, en traveseras que no tienen ni nombre, cualquier muro es bueno para cantar a la libertad y retratar rostros anónimos y paraísos lejanos. Al bueno de Pepe, por ejemplo, le han pintado una sirena y un paisaje marino junto a su bar para que no eche de menos la época en la que era marinero. Carmen, una señora que anda con la cabeza en otro mundo, cada día recupera el orgullo y algo de la conciencia cuando ve su impresionante retrato en la callejuela Ana Bernal. Dicen las malas lenguas que la anciana ralla los coches que aparcan delante de su rostro y que no la dejan mirarse frente a frente con total naturalidad. Otros iconos del barrio, como la pintura que homenajeaba a ‘Mocito feliz’, han sido borrados por las obras que, a veces, asoman sin demasiado convencimiento.

Más arriba, en la misma Lagunillas, la plaza Esperanza se erige como el verdadero museo en el que se mezcla el cachondeo español, con murales dedicados a personajes como El Parrita (el primer hombre en pasearse con un Biscuter por Málaga), con las obras que los más jóvenes se atreven a pintar. Y cuando no lo hacen, una cancha de baloncesto ocupa su tiempo libre. Nada queda de aquel descampado, una expropiación vecinal que todos rubrican con una petición: “Que el ayuntamiento no moleste”.

Probablemente, la mayor psicodelia mural y creativa se encuentra en la calle Vital Aza. El hecho de que la pizarra de El futuro está muy Grease siga colgada junto a su fundación ha hecho que la locura creativa se expanda de forma concéntrica. Aquí los balcones están poblados por curiosas criaturas y las casas ven crecer las líneas de colores como enredaderas hasta los tejados. Entre todas ellas brilla, en la casa madre de este desmadre, Lagunilla Von Bismark, un muñeco de trapo creado como una deidad que protege y vigila el barrio y ante el cual no hace que santiguarse. Algunos grafitis de esta calle y sus paralelas reaccionan directamente contra el mismísimo Soho y parodian obras como el Camaleón de ROA con versiones más alegres y malagueñas.

Pero no es todo intemperie y acera en Lagunillas. Curiosear en la asociación ‘El futuro está muy Grease’, colarse en la tienda de segunda mano de La Bici Guapa o entablar una conversación en el Cosmonauta forma parte de la liturgia. En este último, Matías y otros artistas conviven en un espacio nacido con la intención de ser un Coworking creativo donde, de vez en cuando, se asoma un vecino pidiendo cualquier material o herramienta. En torno a este se celebran verbenas inofensivas en la calle, demostrando que aquí, mientras se respeten las normas básicas, no hace falta autoridad ni látigo. El propio Matías, si se le pregunta, atiende a cualquiera y habla de su local: una sala multidisciplinar donde se sigue con la iniciativa de Miguel Ángel Chamorro y encarrilar a las futuras generaciones con arte, teatro y danza. Su nombre la Polivalente.

Otros espacios imprescindibles son el bar Las Camborias, un universo vespertino y nocturno en el que se alegra la vida de los parroquianos, los turistas y los invitados con conciertos y actividades culturales de todo tipo. Y en su puerta trasera, una gitana mueve las muñecas en un mural que condensa el arte de Lagunillas. Un barrio que se ha convertido en una fuente inagotable de lienzos al aire libre y que da la sensación de ser eterno y donde nació Pablo Picasso. Hay que venir a Lagunillas, porque tiene mucho arte.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Deja un comentario

Desarrollado por Sooto Digital Marketing
  • cropped-Logo-Borde-Malaga-en-el-corazon.png

La página web de Málaga en el corazón tiene más de 700 entradas sobre Málaga y a la hora de buscar alguna palabra relacionada con Málaga en el buscador Google, acaba apareciendo en los resultados la página web de Málaga en el corazón. 

Si tienes cualquier tipo de negocio en Málaga, te ofrecemos la mejor forma de llegar a los malagueños o a las personas interesadas en visitar Málaga poniendo publicidad en nuestra web.

Actualmente disponemos de banners visibles en cualquier parte de la web. Estamos presentes y bien posicionados en las redes sociales, por ejemplo, la página de Málaga en el corazón de Facebook tiene más de 140.000 seguidores.  Y si tienes alguna sugerencia estamos abiertos a nuevas propuestas.

¡Contacta con nosotros para informarte!