No hay que limitarse a contemplar un paisaje. Hay que interpretar el mundo a través de los sentidos, preferir ver a mirar, escuchar a oír y acariciar a tocar. Hacer que los silencios hablen, no abrir un paraguas siempre que llueva y poder disfrutar del momento. El mundo es demasiado interesante como para permanecer quietos. Si vives en Málaga la belleza que te rodea se convertirá en tus sueños.
Fotografía de Victoria Rivas